10 razones para un carril bici en Madrid

Para celebrar las 3.000 visitas en nuestro mapa MCB, hemos elaborado un decálogo de razones por las que una red básica de carriles bici mejoraría la movilidad y la calidad de vida en Madrid.


1. El carril aumenta exponencialmente el número de ciclistasLas razones son muchas, algunas de ellas expuestas a continuación. La realidad observable es que en Madrid, y tantas otras ciudades, donde hay carriles hay muchos ciclistas.    

2. El carril permite circular con más tranquilidad a niños, mayores, personas poco habituadas al tráfico y ciclistas con remolques y transportines. Por un lado el conductor se ve obligado a respetar las distancias  y por otro la densidad de ciclistas hace que sean más visibles y a la vez más respetados.

3. El carril es más seguro que la calzada, especialmente de noche y/o con lluvia
En Madrid, durante los meses de invierno, la mayoría de los desplazamientos para ir y volver de trabajar se hacen de noche y, aunque llueve relativamente poco, o quizá por eso, la ciudad se colapsa cuando llueve. El carril garantiza que la gente que se mueve en bici en verano no se vea obligada a guardarla en invierno.

4. En un carril se respira menos contaminación que en la calzada.
Cuanto más alejados de un foco contaminante, en este caso tubos de escape, mucho mejor para nuestros pulmones. Incluso siendo un carril integrado en la calzada, el circular paralelos y no detrás de los coches aumenta considerablemente la calidad de vida del ciclista.



5. Los carriles bici disminuyen la contaminación de las ciudades.
Como consecuencia de los puntos anteriores, cada vez más gente se pasa a la bici como medio de transporte habitual. Madrid, una ciudad que mantiene durante todo el invierno unos niveles de contaminación ilegales, debe tomar cartas en el asunto de manera urgente en este sentido.



6. Los carriles mejoran la salud pública de la ciudad.
Con más personas montando en bici se disminuyen las afecciones relacionadas con el sobrepeso, y cardiovasculares en general, mejorando la salud de los ciudadanos. Los carriles ahorran dinero al sistema de salud público.
7. Los carriles activan el comercio y la economía locales. Los carriles revitalizan el comercio allí por donde pasan puesto que el flujo de personas, tanto residentes como turistas y visitantes, es constante. Los carriles suponen una inversión rentable y con más futuro para el ayuntamiento que una línea de aparcamiento puesto que dan más puestos de trabajo y recaudan indirectamente más impuestos.




8. Los carriles revitalizan la actividad sociocultural de la ciudad. La posibilidad de moverse sin depender de horarios y tarifas del transporte público, un transporte caro e insuficiente para la mayoría de los jóvenes en Madrid, hace que el movimiento de la ciudad se intensifique y que la propuesta cultural se diversifique y mejore. Los carriles permiten ahorrar en transporte público.


9. Los carriles bici son una inversión barata, segura, rentable y sostenible.
De todas las inversiones en infraestructura de una ciudad, un carril bici es la que probablemente mejor se adapta a épocas de crisis. Una inversión relativamente barata con una enorme capacidad de transformación que afecta a diversos ámbitos de la ciudad. Si se hace de manera adecuada, ordenada según una planificación global y en carriles de calidad, ya ha sido probada en tantas ciudades que este tipo de inversión no plantea dudas ni incertidumbres de ningún tipo.
10. Los carriles mejoran la eficiencia energética y la imagen de una ciudad.  
Como consecuencia de todo lo anterior, la imagen de Madrid, una ciudad excesivamente conservadora y tradicional, hasta ahora sin apostar por la bicicleta como medio de transporte, se vería sustancialmente mejorada y con mayor capacidad de evolución. Con una red básica de carriles bici, Madrid recuperaría la esperanza de ser algún día una ciudad a nivel europeo y ofrecería una cara más amable a la hora de desplazarse por ella. 






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